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Luchando por la Justicia

   Oct 2, 2024     2 min read

“Ojo por ojo, diente por diente” es una versión antigua de la regla de oro que aconseja no hacer a los demás lo que no querrías que te hicieran a ti. Esta regla es la base de una sociedad justa y equitativa. Pero la regla de oro por sí sola no es suficiente, ya que las personas tienen opiniones diferentes sobre lo que es justo. Por ejemplo, la pena de muerte no está permitida en Islandia, lo que demuestra que no seguimos el enfoque de “ojo por ojo”. Hemos aprendido que el castigo proporcional al delito no funciona; el perdón y la rehabilitación son más importantes.

Las redes sociales han revolucionado nuestra comunicación, dando a cualquiera una plataforma para compartir sus opiniones. El chisme ahora llega a todos, y los problemas pueden convertirse en material para el debate público. Debemos luchar por la justicia y no tolerar la injusticia. Pero también debemos ser cuidadosos, tomar las denuncias en serio y responder con compostura. Para eso tenemos la ley y el sistema judicial.

Pero cuando la ley falla y se permite que la violencia continúe sin control, a menudo debido a la indiferencia, la gente toma la justicia por sus propias manos. Si las instituciones no pueden garantizar la justicia, debemos actuar nosotros mismos: protestar y exigir cambios. Tales demandas deben ser tomadas en serio; de lo contrario, la gente tendrá que protestar más y gritar más fuerte. Me parece que estamos atrapados en este círculo vicioso, donde los que están en el poder parecen impotentes. A pesar de los cambios legislativos y el aumento de la financiación para las investigaciones de agresiones sexuales, no estamos logrando justicia como sociedad..

Para romper este círculo vicioso, necesitamos replantear nuestra respuesta a la injusticia. Debemos fomentar la confianza en la policía y el sistema judicial, asegurarnos de que los casos se investiguen profesionalmente y que el sistema judicial sea eficiente. La educación y la conciencia son clave; al educar a las personas sobre sus derechos y responsabilidades, y sobre las consecuencias de la violencia y la injusticia, podemos fomentar una mejor comprensión y respeto en la sociedad. También necesitamos mejorar el apoyo a las víctimas de la violencia, tanto en términos de asistencia psicológica como de apoyo legal.

El gobierno necesita tomar la iniciativa, escuchar realmente y apoyar una sociedad centrada en las víctimas. Debería ser más fácil para las personas buscar justicia a través del sistema legal, con un mejor acceso a la asistencia legal y a los tribunales de reclamaciones menores. La democracia exige que quienes tienen el poder rindan cuentas al pueblo.

En la era de las redes sociales, donde los relatos de supuesta violencia se difunden rápidamente, necesitamos aprender a encontrar el perdón social. Al mostrar comprensión y apoyo a las víctimas, pero también al dar a los perpetradores la oportunidad de enmendar sus errores, podemos cultivar una cultura de empatía y recuperación.

El camino hacia la justicia a veces es complejo, pero nunca debemos dejar de luchar. Debemos estar atentos a la injusticia, apoyar a quienes lo necesiten y trabajar juntos para encontrar soluciones.